KAPAJ RAYMI
21 diciembre 2011
La tarde gris anunciaba gran tormenta, con un cielo cubierto de nubes y la lluvia que ya estaba presente con suaves gotas acariciando nuestras manos.
El Abuelo Cacique se presenta y mirando al oeste hacia la gran tormenta eleva sus manos, y mostrando sus palmas al cielo ruega a la naturaleza que no llueva por un momento, le decía “por favor no lluevas ahora, permitinos hacer la ceremonia y al finalizar que llueva todo lo que quiera…”.
Un fuerte viento corrió las nubes y despejando el cielo, brilló el Tata Inti, el Padre Sol.
Esmeradamente caminamos hacia el lugar elegido, y al paso juntábamos hojas y ramas secas para preparar al Abuelo Fuego.
El Abuelo Cacique se presenta y mirando al oeste hacia la gran tormenta eleva sus manos, y mostrando sus palmas al cielo ruega a la naturaleza que no llueva por un momento, le decía “por favor no lluevas ahora, permitinos hacer la ceremonia y al finalizar que llueva todo lo que quiera…”.
Un fuerte viento corrió las nubes y despejando el cielo, brilló el Tata Inti, el Padre Sol.
Esmeradamente caminamos hacia el lugar elegido, y al paso juntábamos hojas y ramas secas para preparar al Abuelo Fuego.
Con indicación de los mayores, Los Abuelos, pusimos cuatro Wiphalas indicando los cuatro puntos cardinales.
Todo se dispuso con esmero preparando el lugar, los awayos en el suelo para colocar las ofrendas, la comida y los regalos.
Todos nos invitamos a formar un gran círculo para dar inicio a este encuentro. Uno de los Abuelos, aymara, explico qué es y qué significa el Kapaj Raymi: es la Gran Fiesta de la Nueva Vida, y se celebra en el solsticio de verano, que es el día mas largo del año, cuando las plantas comienzan a madurar y necesitan de los rayos del sol para dar ese impulso vital.
Hicimos ofrendas a la Pachamama dando con el aliento nuestro pedido que fue recibido por el Abuelo Fuego.
Saludamos a los Suyos y a los hermanos originarios de cada lugar: al Este, al Sur, al Oeste, al Norte, al Cielo y al Tata Inti, y a la Tierra, la Pachamama que algun día nos recibirá.
Compartimos reflexiones, todos tuvimos la palabra y fuimos escuchados.
Convidamos con agua a la Pachamama.
Compartimos un Atapi, comida comunitaria.
Y alegramos el encuentro con música y coplas.
Gracias UNAJ!
